No hemos hecho énfasis apenas en una serie de requisitos físicos que
una teoría de partículas debería verificar. Por una lado está la
conservación de diversas magnitudes físicas en la simulación de la
parte sin viscosidad (parte denominada a veces ``conservada'') de las
ecuaciones de movimiento para las parículas:
- Momento lineal.
- Las ecuaciones deben ser invariantes
bajo una traslación espacial arbitraria.
- Momento angular.
- También deben serlo para una rotación arbitraria.
- Energía.
- Lo mismo para una traslación temporal. La conservación
de la energía está presente en la derivación de la expresión para el
gradiente de la Sección 4.3.1 sobre las simulaciones de
partículas en general. Así pues, las fuerzas de presión obtenidas de
este modo cumplen automáticamente esta conservación (siempre que el
método numérico de integración temporal sea adecuado en este sentido,
como sucede para los llamados simplécticos).
El hecho de que las invarianzas conlleven la conservación de
magnitudes físicas se debe al conocido teorema de Noether. Referimos
al lector a la Ref. [14] para más información
sobre propiedades de conservación. Nos limitamos a resumir que la
formulación de Voronoi considerada por este grupo (descrita en la
sección 5), así como la habitual SPH (sección
4.3.2), en menor grado.
Por otro lado, la parte viscosa (o ``no conservada'') debe satisfacer,
además:
- Segunda ley.
- El laplaciano debe ser siempre semi-definido negativo.
Esta propiedad garantiza que el término viscoso siempre conlleve un
frenado del sistema. Su denominación se debe a la Segunda Ley de la
Termodinámica; no hemos considarado las ecuaciones hidrodinámicas de
magnitudes termodinámicas, pero en su forma más sencilla la ley de
Fourier para la conducción térmica (la ``ecuación del calor'') es:
donde
es la temperatura y
el coeficiente de conducción
térmica. Puede verse que si el laplaciano no es siempre semi-definido
negativo, la temperatura puede aumentar en los sitios calientes y
disminur en los fríos, violando así la Segunda Ley. De igual manera,
la ecuación de difusión de Fick también requiere que la concentración
de un soluto vaya de los sitios donde hay más a donde hay menos.
Por desgracia, el método SME en la implementación
``directa'' 7.1 no satisface esta propiedad, como
hemos verificado numéricamente. Tampoco satisface, como es obvio, la
reciprocidad de acción y reacción, ya que, en general:
En cambio, una formulación como en los elementos finitos sí la satisface:
las dos primeras expresiones son iguales porque al integrar por partes
se llega a una expresión manifiestamente simétrica (siempre que
se puede integrar con partes; puede que las condiciones de contorno
compliquen este argumento). También es
sencillo demostrar que la expresión es semi-definida negativa. Esto
significa que el laplaciano podría introducirse a la manera de
elementos finitos con las funciones base SME, que es lo que se hace en
el artículo original [33]. Sin embargo, nos gustaría evitar esta
evaluación por los motivos enumerados en 7.1.
También hay que mencionar la importancia del programa GENERIC
en el desarrollo de estas ideas, comenzando con el artículo seminal
Ref. [1]. Este programa establece matemáticamente un
marco de teorías que cumplen las propiedades mencionadas, y además
permite enlazar correctamente con el nivel mesoscópico, en el cual
están presentes fluctuaciones brownianas. Es importante tratar que la
teoría resultante se adapte a esta estructura en lo posible.
Daniel Duque
2011-11-10