A la hora de aplicar estos métodos a una simulación de partículas hay que afrontar una serie de problemas técnicos.
El principal es que, a diferencia de las distribuciones de nodos
consideradas en las Refs. [31,33], aplicadas a problemas de
elasticidad, las configuraciones de las partículas en una simulación
pueden ser bastante desordenadas. Por ello es preciso determinar
adecuadamente el valor de
. Como se ve en la figura 7.1,
en un sistema con dos zonas de distinto valor de
un cálculo en el
que no se ha tenido en cuenta este hecho produce unos resultados poco
aceptables: la partícula señalada en rojo a la izquierda tiene muchos
vecinos, pero la de la derecha tiene pocos.
Para ser más precisos, es
lo relevante; en una implementación
numérica los exponentes
de la Ec. 6.10 se
evaluarían así:
![]() |
(7.5) |
En una dimensión
puede tomarse alrededor de
, como se
sugiere en [33]; en 2D, puede ser sencillamente
,
proporcional al tensor identidad. Una posibilidad, mencionada en
[33] y examinada por nosotros (con poco éxito, de momento), es
considerar tensores más complejos, que se adapten a la anisotropía
local.
Así pues, una etapa previa en cada paso temporal de la simulación es
la determinación de un valor de
local. Una opción ingenua sería
tomar el valor del vecino más próximo. Esta idea hay que descartarla,
ya que en general los otros vecinos pueden ser mucho más lejanos, y
debe ser lo bastante grande para englobar un número ``suficiente''
de vecinos.
De hecho, en una dimensión un criterio que da mejores resultados es
tomar la distancia del primer vecino (a la derecha o izquierda) que
esté más alejado. Esto se generalizaría en 2D de manera elegante:
tomar
como la distancia al vecino de Delaunay más lejano; de esta
manera, los más cercanos también quedan englobados. El parentesco
entre las funciones base y los elementos finitos sobre la
triangulación de Delaunay (aunque haya quedado más difuminado que para
el método LME) hace que esta elección sea natural. Hemos comprobado
que este criterio da buenos resultados; por otro lado, esto exige el
cálculo de la triangulación de Delaunay, que justamente se pretendía
evitar.
Así pues, en 2D hemos utilizado un método más sencillo, que produce
resultados análogos: tomar
como la distancia de la sexta partícula
más cercana. Que sea la sexta justamente está motivado porque, en
promedio, una partícula en una configuración aleatoria tiene seis
vecinos; en todo caso, con 5 o 7 vecinos no cambian los resultados
apenas. Esta distancia se determina, en la implementación actual, de
una manera poco refinada: se evalúan, para una partícula dada, las
distancias a todas las demás, se ordenan y se toma el sexto valor. Al
menos, la lista de distancias puede aprovecharse para almacenar una
lista de vecinos, descartando los que estén más allá de,
aproximadamente
.
En cuanto al
Daniel Duque 2011-11-10