La manera más elegante de obtener las ecuaciones de movimiento es a partir de ecuaciones de conservación. Para empezar, supongamos que una partícula tiene masa . Desde el punto de vista lagrangiano, la conservación de la masa es simplemente
donde es la distribución inicial de densidad. (ver [3], p. y [4] p. 61). Matemáticamente, esta expresión puede entenderse como un cambio de variables que sólo sería válido dentro de una integración; el jacobiano del cambio de a sería .
Desde el punto de vista euleriano, en cambio, la conservación se escribiría
Poniendo ,
Como vimos en la sección anterior, el cambio relativo de es la parte de dilatación (la diagonal) del tensor de deformaciones, que a su vez es la divergencia de la velocidad:
Es decir,
Esta expresión, recordando que la derivada temporal es la derivada material, puede escribirse también
Una maneral más habitual de llegar a esta ley es la siguiente: si la masa en una regíon del espacio es , su cambio vendrá dado por el flujo de materia a través de la superficie que rodea esta masa, (el signo menos se introduce porque el vector normal a la superficie, , apunta por convención hacia afuera, así que un integrando positivo representa una pérdida). Introduciendo la derivada temporal en la integral y aplicando el teorema de la divergencia de Gauss se llega a la misma conclusión.