Si, por el contrario, existen fuerzas viscosas, estas contribuirán al tensor de esfuerzos. El caso más sencillo es el de los fluidos newtonianos, para los cuales el tensor de esfuerzos es proporcional al de deformaciones.
Expresando esta linealidad, y teniendo en cuenta la isotropía de los fluidos, se puede escribir en la base que diagonaliza los dos tensores (la diagonalización es simultánea al ser ambos proporcionales):
siendo ésta la expresión más genérica permitida. Al rotar los ejes para pasar a otro sistema de referencia, la conclusión es:
y para los elementos de fuera de la diagonal, con
Una aplicación de estas ecuaciones a un fluido newtoniano entre dos placas planas paralelas revela que el esfuerzo en el fluido es
donde
así pues
En cuanto a
, esta cantidad sería un segundo coeficiente de
viscosidad, denominado coeficiente de Lamé en elasticidad. Fijémonos
que la traza del tensor de esfuerzos satisfará
El papel de la ``presión extra''
La primera condición, totalmente ad hoc parece no sostenerse
en la práctica; de hecho,
parece ser positivo en las
(escasas) medidas que se han realizado, así que a duras penas puede
satisfacerse. La segunda, en cambio, sí puede sostenerse en muchas
ocasiones. Al final, sólo hay algunos problemas de interés en los
cuales el término no puede (o debe) ignorarse, como ondas de choque o
atenuación de ondas de sonido.
Daniel Duque 2011-11-10